Siguiendo algunos pasos de mantenimiento y cura del sistema de calefacción puedes mejorar el rendimiento de tu caldera y radiadores, alargando su vida útil y reduciendo el consumo energético.
Tarragona y sus alrededores forman parte de la zona mediterránea, un área en la que el clima es suave y las temperaturas más bajas se concentran en los meses de invierno. Incluso durante estos meses, la calefacción funciona de forma intermitente y aunque utilicemos la caldera para calentar el agua de uso sanitario durante todo el año, la fluctuación en la actividad de la misma puede tener repercusiones en su buen funcionamiento.
Comprobar las conexiones y la presión
Antes de encender la caldera es importante comprobar que todas las conexiones son correctas, sobre todo, las de entrada y salida de agua. Ya que si la ponemos en marcha sin que esté bien conectada puede quedar afectada y sufrir averías más tarde. También es importante comprobar que la presión está en el nivel correcto, todas las calderas tienen un indicador de presión y este debería de estar entre 1,2 y 1,5 bares. Si se encuentra a otro nivel, es necesario corregirla antes de poner la caldera en marcha.
Purgar y comprobar los radiadores
Antes de encender la calefacción después de haberla tenido desconectada un tiempo también es importante comprobar que los radiadores están en buenas condiciones. Porqué si no, el consumo puede dispararse sin llegar a ofrecer un rendimiento real.
Después de un tiempo en desuso los radiadores acumulan aire en su interior y es necesario purgarlos para que vuelvan a funcionar con eficiencia. Para purgar los radiadores la caldera tiene que haber estado apagada por lo menos dos horas. Necesitas un destornillador y un recipiente para recoger el agua. El proceso de purgado consiste en girar la válvula y esperar hasta que salgan unas gotas de agua.
Este proceso debe de realizarse en todos los radiadores del hogar, para evitar que el aire dificulte el funcionamiento general de la calefacción. Después de purgarlos, podemos poner en marcha la calefacción y comprobar, uno a uno, que todos los radiadores se calientan como corresponde.
Programar la temperatura
Para evitar que el consumo se dispare y desaprovechar la energía, lo más sensato es programar la temperatura deseada según las horas que pasamos en casa. Podemos establecer una temperatura mínima que puede rondar los 17 o 18 grados, para las horas en las que no estamos en casa o para las horas más calientes del día, así, la calefacción solo se encenderá si la casa baja de esta temperatura.
Mantener una temperatura de confort como base sirve para que la temperatura general de la casa no baje demasiado. De esta forma, en las horas más frías, la caldera no tendrá que realizar un sobre esfuerzo para recuperar la temperatura perdida. Para el resto del día, se recomienda no abusar de la calefacción y marcar una temperatura de confort por debajo de los 23 grados.
Con estos límites, la casa se encontrará siempre a una temperatura agradable y controlaremos el consumo y la actividad de la caldera. Para asegurar su vida útil también es importante asegurar que cuando haya algún signo de avería, la vea un profesional de forma inmediata, para evitar que la avería vaya a más.
En Reparaciones Astec nos dedicamos al mantenimiento y reparación de calderas de casi todas las marcas. Nos encontrarás en Tarragona, Reus, Cambrils, Salou, Vila-seca y Torredembarra.